viernes, 15 de octubre de 2010

112, y loj mineroj

Hola, sacaron a unos mineros de una mina de cobre y oro derrumbada en el norte de este flaco y largo país, y yo me pregunto, qué es lo que pasa con la vida misma? Pero no es esto lo que me trae a estos lugares, no, no, no!... vengo a rellenar el blog con otra entrada 'más que random'. A qué se refiere esto? Bueno, no es tan complicado de entender: si sumamos letra por letra, debe dar un múltiplo de tres, o si no, no vale, y debes beber un sorbo de tu vaso de agua destilada, entonces hola, cómo te va? yo creo que no se debe hacer este tipo de cosas utilizando gafas de seguridad, puesto que si ocurre una anormalidad, cómo lo operas? Quizá hay una cura para la enfermedad de la avaricia, que corroe a todos los gentos del mondo, pero no creo que vaya a cambiar, muajajá muajajá. Unodosdosunodosdos estepmanía, a lo chorifláimentemente de la vida, cincoseissieteochoNEINZEHN cuando vemos por la calle a aquella persona que taladra el asfalto con un taladro neumático de esos que usan los worms contra los marcianos del distrito 9, pero quizá si usamos platería en lugar de cobrar dinero a los desamparados de la mina san josé, eso eso es la respuesta a la pregunta del millón de palos verdes que ahora valen tan barato, como para comprar para todo el año y guardar en la despensita de maderita ita ita.

martes, 14 de septiembre de 2010

111 - Pedro y Claudia

Claudia estaba de visita en la ciudad de Pedro.
Se conocían hace más de un año, pero habían hablado un par de veces en persona.
Pedro estaba feliz, porque vería a la que creía era la indicada.
Sólo después de unas semanas podrían verse, porque habían cosas que solucionar antes.
Milagrosamente, alguien llama a alguien, diciendo que existe una posibilidad para verse, en cierto lugar, y en el preciso momento de la llamada. La otra persona hizo todo lo posible para llegar rápido a dicho lugar, para tener tiempo suficiente para hablar todo.
Se sientan en una banca, mientras la gente camina a su alrededor.
Entrelazan sus dedos.
Se sienten observados.
Hablan sobre la vida.
Se abrazan como si nunca se hubiesen abrazado (en efecto, nunca se habían abrazado así).
La persona que llamó debe irse, para no despertar sospechas por su retraso.
-Posiblemente la próxima semana podremos vernos, porque se marcharán el fin de semana.
Un abrazo más, un beso en la mejilla.
Confiado, Pedro monta su bicicleta y pedalea, feliz de sentirse querido de esa forma.

Días.

Llamadas perdidas.
No contesta.
Corta.
Existe una razón. De acuerdo.

Llamadas perdidas.
No contesta.
Corta.

-Tenemos que hablar, pronto (mientras, en su mente: dudas, inseguridad, ¿Por qué parece ser más dificil que nos veamos aquí que en su ciudad?)

-Disculpa, mañana viajo con mis familiares. Vuelvo en dos días más.

Pasan dos días. Al marcar el teléfono, una grabación indica que está apagado o fuera del área de servicio.
Al reintentar un par de horas más tarde, lo mismo. Así sucesivamente, hasta la noche.
Pedro envía un mensaje de texto a Claudia.
-No llegará hoy.

Otro día más. Completo. 24 horas. Nada. Hasta las 00 horas del día siguiente, una fecha muy especial.
"Mensaje recibido por Claudia" aparece en la pantalla del teléfono de Pedro.

-Por fin encendió su teléfono- pensó él.

Al otro lado, el teléfono suena una vez. Ella corta.
"Perdoname, pero ahora no estoy muy bien. Hablamos otro día" escribe en su teléfono.
Presiona la tecla para 'enviar'.

jueves, 1 de julio de 2010

I want you

Excelente escena

domingo, 27 de junio de 2010

cientonueve

cientonueve, el potito se le mueve, bonita forma para comenzar el final de todo lo referente a la actualidad nacional e internacional, coloquialmente hablando respecto a las vicisitudes de la guerra de salsacia y conservia, puesto que día tras día vemos caer sobre nosotros el peso de la ley de propiedad intelectual, copión, que andái copiando todas las cosas que ves escritas en algún lugar, o la ropa de otra persona, o su forma de reír, hasta mi forma de llorar, solo tú, sabes adonde voy, sólo tu, sabes muy bien quien soy, con la permanencia de las personas en el calor del hogar familiar al que estábamos acostumbrados por tantos años de sufrimiento agridulce como la miel de pez espada con tortícolis crónica, que empeora cada vez, y más si está bajo influencia de los indicadores económicos de nuestro país, tal y como lo es el caso del Bovespa cuando hace más frío que ahora en un día de Hannukah celebrado por onceava vez este año venidero 2062.
Entonces, si analizamos todo lo anterior, es posible afirmar con gran certeza que el autor de tal crimen pasional se encuentra entre nosotros, y quién más, sino tú, para responder tan agradable pregunta? Tú fuiste. Tú le disparaste un dardo tranquilizante a esa mosca indefensa, que te maltrata psicológicamente con sus artimañas y maldades maldadosas ocurrentes una mañana de trapo con un corazón de oro pero honrado, a la vez que disfruta de la mayoría de los beneficios de la tarjeta Ripley, si es que paga con RedCompra, o con cualquier otro medio de pago de fin de mes para los abuelos que tanto lo requieren todo invierno de su vida, porque ellos nacen siendo abuelos con pies y manos, tal como demostró en otro de sus afamados libros: "la conciencia de la garrapata común de este país", el cual obtuvo unas hermosas críticas por su forma de ser, y de hablar, hasta de caminar, porque, entiéndeme una cosa: los perros están hechos para el paseo peatonal, de la gente, de las personas... Por qué niegan un deporte tan practicado como el Svech Slam, que acabo de imaginar... cerdo fascista antinada

sábado, 12 de junio de 2010

108, y el viaje de relativa duración

Agotado después de un largo día, Enzo caminaba para tomar el bus que lo llevaría a su pueblo, mientras en sus oídos resonaba música de la última década del siglo pasado.
Al levantar la vista, distingue a lo lejos una cara familiar: Cristina - o Christinne, como él la llamó un tiempo- estaba esperando el mismo bus.
Hace meses que no la veía.
Enzo se abrió paso entre la gente, Cristina subió al bus que ya estaba en marcha.
No subieron más personas.
Enzo se aferró al bus y subió poco antes que las puertas se cerraran.
Un metro y medio los separaba, ambos estaban de pie.
Enzo intentaba parecer distraído, miraba por la ventana, pretendiendo no haber visto a Cristina. Ella hacía lo mismo, mientras pensaba en que quizá se levantó con el pie izquierdo ese día.
Casualmente las miradas se encontraron.
-Hola!- se escuchó dos veces, casi al mismo tiempo, y con un beso en la mejilla, la distancia se acortó a unos 50 centímetros.
Silencio incómodo. -Suele pasar...- pensó Enzo.

-Cómo te ha ido, Cristina?- dijo Enzo adelantándose a cualquier cosa.
-Bien, y a tí?-... -Bien, igual-
Después de esto, una conversación trivial toma lugar. Cine, música, estudios. Lo de siempre.

Minutos después, una mujer de mediana edad se levanta de su asiento y baja del bus.
-Asiento Cristina...- sugiere Enzo, apuntando el lugar vacío.
-Ah, gracias- responde ella, mientras se sienta.
Al poco rato, otra mujer, junto a Cristina, se levanta y baja del bus.
Cristina se mueve para dejar lugar a Enzo, quien se sienta, y vuelven a hablar de cosas cotidianas.
-Oye, Cristina... Cuándo vamos a vernos de nuevo?- preguntó Enzo, a lo que Cristina respondió -Ah... no sé... cualquier día, cuando me conecte nos ponemos de acuerdo- Breve silencio. Enzo replica -... Pero te conectas casi nunca... Bueno, nos vemos, que estés muy bien, un gusto verte!... Chau!-
-Chau!-
Enzo se levanta del asiento, avisa al conductor, y baja del bus, sin mirar atrás, y sin saber si sentirse bien por haberla visto, o mal, porque una vez más, todo quedó en nada.

jueves, 18 de marzo de 2010

107 y las secuelas

Con el viento a sus espaldas, recorren la ciudad,
hablando sobre la histeria de la gente,
la vida, el humo, la muerte, la edad, el viento, la tierra...

Cada cierto tiempo, dos cigarrillos se encienden,
casi al unísono,
y se consumen a un ritmo similar, y mientras, a ratos,
ambas voces se apagaban,
y daban paso a la sinfonía de la ciudad: autos, pájaros, perros.

Sus pasos son más rápidos.
Ella debe irse.

Siguen caminando, compartiendo unas pocas palabras.
Cruzan innumerables calles,
plazas, edificios derrumbados,
hasta que ella se despide y sigue otro camino.

'Hasta pronto', se dijeron.

Él caminó, mirando la destrucción alrededor,
mientras pensaba en el día
en que vería de nuevo a la joven poeta.

miércoles, 3 de marzo de 2010

(entrada #106) Intento pseudopoético 2: ¿delirio?

La tierra se mueve, yo me muevo, las luces se van.
Oscuridad.
Creo ver una luz, un rostro conocido,
parpadeando a lo lejos.
No puedo alcanzarla, mis zapatillas estan gastadas,
no puedo correr.
Pasa una noche, y otra más, casi en vela,
por la intranquilidad del suelo.
La noche siguiente recibo un destello de luz,
y junto con eso, unas zapatillas nuevas.
Corro, y corro, pero no la encuentro.
Llamo a viva voz, y no contesta.
Vuelvo a llamar, y no hay respuesta.
Pasa una noche.
En la mañana, llamo una vez más, y me contesta.
Nos despedimos, y cada uno sigue su camino.
Andando un poco, encuentro un manuscrito.
Reconozco su letra.
Veo mi nombre varias veces en dicho texto, pero
pestañeo, y veo
fui reemplazado,
por un artículo, un adjetivo y un sustantivo.
Volteo la hoja, y leo en una minúscula letra, un críptico mensaje:
"Qué infinitos son los campos de la imaginación;
[...] la dilatación de los sentimientos"

Y yo me quedo contemplando un punto fijo,
cuando despierto de tan bonito sueño.

martes, 9 de febrero de 2010

105

Esta mañana, el café sabía distinto.
Los cuerpos de ambos se fundieron en un abrazo interminable,
nada importaba entonces, ni siquiera el frío de una tarde primaveral.
Ella lo miró fijamente, y entonces, sus labios se movieron para articular dos palabras.
Marcos hizo un saludo, casi militar, antes de saltar al vacío.
Sofía no pudo evitarlo. Gritó. Pidió ayuda, pero las caras de las personas que pasaban a su lado eran indiferentes, con una mirada perdida, muerta, hacia el horizonte.
Fue entonces cuando ella lo entendió. Se acercó al borde del puente, traspasó la barrera de seguridad, y saltó.
Y ahí yacen, en la orilla de un río cuyo nombre no quiero recordar.

miércoles, 3 de febrero de 2010

millones de pequeñas cuerdas

Adaptación/traducción de un extracto del guión de 'Synecdoche, New York', por Charlie Kaufman.




Todo es más complicado de lo que piensas.
Sólo ves una décima parte de lo que es verdad.
Hay millones de pequeñas cuerdas,
amarradas a cada decisión que tomas;
puedes destruir tu vida a cada momento de elegir.
Pero quizá no lo sabrás durante 20 años.
Y nunca llegarás a su fuente.
Y solo tienes una oportunidad de jugarlo.
Sólo trata de averiguar tu propio divorcio.
Y dicen que el destino no existe, pero lo hay:
es lo que creas.
Incluso, aunque el mundo siga por eones y eones,
estás aquí por una fracción de una fracción de segundo.
La mayoría de tu tiempo pasa estando muerto,
o todavía sin nacer.
Pero mientras vives, esperas en vano,
desperdiciando años, por una llamada o una carta,
o una mirada de alguien o algo,
para que todo esté bien.
Y nunca ocurre, o, al parecer ocurre,
pero en realidad no.
Y así, pasas tu tiempo, en vago arrepentimiento,
o vaga esperanza, para que algo bueno aparezca.
Algo para hacer que te sientas conectado,
para hacer que te sientas completo,
para hacer que te sientas amado.
Y la verdad es que estoy tan enojado,
y la verdad es que estoy tan jodidamente triste,
y la verdad es que he estado tan jodidamente herido,
durante tanto tiempo,
y por ese mismo tiempo he estado pretendiendo estar bien,
solo para continuar, solo para, no sé,
quizá porque nadie quiere escuchar sobre mi miseria,
porque tienen la suya, y esa miseria es tan abrumadora,
como para permitirles escuchar, o preocuparse por mi miseria.
Bueno, jódanse todos.
Amén.

lunes, 18 de enero de 2010

C I I I

verde más rojo más azul, en distintas cantidades y combinaciones, crean infinidad de colores apreciables en la palta tomate mayo del otro día con jazmines y otras flores deliciosas y comestibles, de gran aporte calórico además de un aroma inconfundible a marcador permanente con arroz and everything else, because i think it will start rainingsomewhere soon and all the people are insane, y por eso pienso que el show debe continuar, querida señora televidente autista detenga el avance de las proposiciones verbales incluidas en el disco de muestra gratis presente en dicho hogar de ancianos con bastón y sin bastón, pelaos y no pelaos, alejandromagnos y d'artagnanes, napoleones y gokús además de na'vi con lechuzas gigantes voladoras comiendo ciruelas con un colador para los tallarines, y que boten el agua al suelo, para nutrir a nuestro planeta como tal y tal cosa de casa que pasa cada día en la plaza yo yo yo, gasolina inflamable colectiva atormentada por la gente que vive en la periferia y no, no se queman sino que guardan la gasolina en una bolsa muy dije y construyen un globo aerostático para muchas personas, puesto que hay que rescatarlos a todos del peligro de jugar videojuegos tan violentos como super mario world