jueves, 11 de agosto de 2011

Hola, esto es algo fallido.

Los jinetes se despidieron y emprendieron sus rumbos predefinidos.
Alberto cabalgó haia la casa de su hermana, Lucía, quien estaba enferma desde hace meses.


-Estás flaco, Alberto.- le dijo -te hace falta unos cuantos platos de porotos.

La muchacha se incorporó en su lecho, y peinó con los dedos, su larga y oscura cabellera.

-Te ha visitado la mamá? - preguntó Alberto.

-Estuvo hace unos días. Desde que cambió de trabajo, que se comporta distinto, y no para bien... Y tú, has visto a Raúl?

-Sí, esta tarde estuvimos corriendo los caballos de la granja.

Lucía casi no escuchaba a su hermano. Pensaba en los tiempos de antes de la gran influenza que había afectado a toda la ciudad, y que la había dejado en cama.

Podía considerarse afortunada.

0 comentarios. Click aquí para dejar algo!: